Pedro Sánchez ha dicho basta. El presidente del Gobierno asume que son normales los choques entre los ministros de PSOE y Podemos, pero no entiende la agresividad mostrada por ambas facciones a cuenta de la Ley Trans. Por ese motivo, tanto Carmen Calvo como Irene Montero han recibido un toque desde Moncloa y la orden de resolver el asunto cuanto antes.

"Como sea, pero que se arregle esto". Ese es el mensaje que tanto la vicepresidenta primera del Gobierno como la ministra de Igualdad han recibido, procedente del entorno más cercano al presidente, para llegar un acuerdo sobre una ley que, desde hace tiempo, había encendido las luces de alarma en Moncloa.

Según las fuentes consultadas por LPO, ya hace un año, después de que Calvo abandonara Igualdad tras la constitución del nuevo gobierno de coalición, "se vio que este proyecto legislativo iba a dar problemas". Entre otras cosas por las "presiones externas, y antagonistas", que iban a recibir tanto la vicepresidenta como Irene Montero.

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En ese sentido, desde el Gobierno se admite que existe una "gran división" entre diferentes asociaciones sobre la llamada "autodeterminación de género", defendida hace apenas dos años por el PSOE y que ahora rechaza tras las críticas de varias plataformas feministas, que advierten de que el texto propuesto por Igualdad "abre la puerta al ‘borrado' de las mujeres".

Las mismas fuentes admiten que "en el PSOE hemos defendido esa propuesta en parlamentos autonómicos y en el Congreso", pero añaden que "desde que percibimos esa división existente entre diferentes colectivos, hemos ido con más cuidado". Ahora, sin embargo, "hay que llegar a un acuerdo", porque el choque entre Calvo y Montero "no puede ir a más".

En La Moncloa son conscientes de que el debate alimentado en el seno del Gobierno está provocando posiciones enfrentadas entre distintos colectivos, "algunos de ellos compitiendo también por subvenciones públicas", pero advierten que eso no debe afectar al día a día de la coalición.

Entre otras cosas, añaden, porque "el debate de llamada ‘Teoría Queer' es algo muy específico que no podemos convertir en un problema de Estado. No es algo de lo que se hable todo el día en las calles". Por ese motivo, la consigna de Sánchez y de sus colaboradores es clara: "Es ridículo provocar una guerra dentro del Gobierno por un debate como este".

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Calvo no rebaja el tono

La posición de Moncloa respecto a este asunto contrasta con las últimas declaraciones de Carmen Calvo. La vicepresidenta primera volvió a dejar patentes sus diferencias con Irene Montero respecto a la Ley Trans en una entrevista concedida en la mañana de este jueves en la Cadena SER.

A preguntas de Pepa Bueno sobre sus discrepancias con Irene Montero, Calvo ha confirmado dos reuniones con la ministra de Igualdad, en las que ya le advirtió de la necesidad de incluir cambios en el borrador de la ley: "Le dije, creo que esto podría ir por aquí, por allí. Y eso es lo que hago con todo el mundo".

Sobre las filtraciones que se han producido en los últimos días acerca de este choque, ha dejado caer que el enfado de Podemos tiene que ver con su inexperiencia en el Gobierno: "El PSOE tiene una historia de más de siglo y medio. Tenemos una cultura de la gestión diferente de la suya. Estamos muy acostumbrados a tener cargos públicos y a muchas horas de despacho".

Finalmente, y preguntada por la abstención de Unidas Podemos a la Ley Zerolo impulsada por el PSOE, y los movimientos de la formación morada para que otras fuerzas la rechazaran en el Congreso, Calvo ha censurado esa actitud: "Me parece incoherente estar trabajando en una ley que va a arropar a los colectivos LGTBI [y luego abstenerse o buscar apoyos para que no salga adelante]. Una incoherencia de por qué se está en política".

La guerra, por tanto, se mantiene y eso no gusta en absoluto en Moncloa, donde piden soluciones inmediatas: "No podemos enredarnos en esto".